Inteligencia Artificial y desprotección
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) y la carrera fulgurante de las tecnológicas por la IA, ha puesto en el punto de mira esta evolución de la tecnología.
¿Quién no ha utilizado algún dispositivo o herramienta con IA? y el ChatGPT?
Hoy por hoy, es casi un hecho que todos hemos probado el ChatGPT, aunque sólo sea por curiosidad. Sin embargo, y una vez colmada nuestra curiosidad, debemos pensar algunas otras cuestiones que están directamente relacionadas con el uso de la IA, como las que ahora te contamos.
Descripción de la Inteligencia Artificial
La IA es descrita por el Parlamento Europeo, como “la habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear”. Es decir, es la simulación de nuestras capacidades, pero llevadas a cabo por máquinas.
Partiendo de este concepto, las utilidades que presenta la IA son incontables. Para nuestra vida de hoy y del futuro, la tecnología ocupa un lugar predominante, pues nuestras sociedades ya no se pueden entender sin esta transformación digital que nos rodea y que debe ser aplicada dentro de unos parámetros, que deberán fijar las leyes.
Actualmente, ya se encuentra en marcha a nivel europeo la propuesta del Reglamento de Inteligencia Artificial, el cual regulará un marco jurídico europeo para una IA digna de confianza y ajustada al cumplimiento de la protección de los datos.
Ámbitos de uso más frecuentes de la IA
Bueno, la respuesta no es fácil ya que cada vez más la Inteligencia Artificial está presente tanto en nuestros actos cotidianos, como en los más complejos, como pueden ser los campos de investigación en salud y ciberseguridad.
En nuestro día a día, algunos ejemplos en donde utilizamos la Inteligencia Artificial, son:
Smartphones:
Sería el número 1 sin duda!!! por ejemplo para hacer búsquedas rápidas a partir de los asistentes ya integrados en los propios teléfonos, como pueden ser Siri para Apple o Asistente de Google para Android.
Compras por internet:
Recabar información sobre nuestros gustos y ofrecernos productos acordes con ellos, implica muchas veces la participación de IA para analizar todos esos datos.
Asistentes de voz:
Nuestra voz, además de ser un dato personal, nos sirve para comunicarnos pero también para hacer cosas, como por ejemplo, encender y apagar las luces de nuestra casa, buscar información, hacer una llamada, poner música o cualquier otra función que contenga el altavoz inteligente que tengamos en casa o en nuestro lugar de trabajo.
Publicidad en la RRSS:
Cada búsqueda que hacemos en nuestras redes sociales, o cada like que damos a una publicación, van generando una historia propia sobre nuestras preferencias, información totalmente evaluable para las empresas que nos quieren ofrecer sus productos de acuerdo con nuestros gustos.
Chatbots:
Estos nuevos asistentes son parte de nuestra cotidianeidad, ya que los podemos encontrar en todo tipo de páginas web o chats, dispuestos a responder sin descanso a todas nuestras dudas.
¿Cuáles son los riesgos de la IA?
Mucho ya se ha dicho sobre este tema, pues cada día que pasa, nos encontramos con nuevas aplicaciones de esta “inteligencia no humana” que pueden poner en riesgo nuestra propia forma de vivir.
De lo que más se ha hablado es de la consecuencia del aumento de control de las personas a través de la Inteligencia Artificial. La capacidad de procesar tanta información, así como de fuentes de búsqueda infinitas, interrelacionado con toda nuestra información que ya tienen hoy las empresas, la que navega por internet y demás, la IA puede llegar a convertirse en un coloso contra el cual no haya contrincante.
Otros han hablado del fin o el ocaso de ciertas habilidades humanas, ya que la Inteligencia Artificial lo reemplazaría, limitando el margen de error o ineficiencia.
Las investigaciones desarrolladas hasta el momento en la materia, frente a los riesgos ya identificados producidos por el uso de la IA (que además ya es masivo hoy en día), sugieren de manera contundente que en este camino hacia una “inteligencia poderosa” sea lento y confiable, para minimizar riesgos y no traspasar ciertos límites (carta firmada por Elon Musk y otros).
La Inteligencia Artificial más polémica
El ejemplo más visible de esta carrera sin obstáculos la tenemos presente con el famoso ChatGPT.
ChatGPT es un modelo de lenguaje (Large Language Model (LLM) desarrollado por OpenAI, el cual ha sido entrenado con una cantidad exorbitante de información para generar respuestas claras y nutridas sobre los temas que se quiera preguntar. Sus creadores han ido evolucionando esta herramienta de IA hasta llegar a su versión más desarrollada, GPT-4.
Pero Europa ya manifiesta sus dudas sobre el uso de ChatGPT. Italia y España ya han iniciado su carrera para investigar a ChatGPT, pues existen dudas razonables sobre si esta herramienta cumple con los requisitos europeos de protección de datos que toda empresa debe seguir si realiza algún tratamiento de datos personales, como es el caso.
Italia ya ha dado un paso adelante, pues la autoridad garante de los datos personales en ese país ha ordenado que se limite temporalmente el uso de la herramienta como consecuencia del tratamiento realizado de los datos de los usuarios italianos, encontrando posibles infracciones a la normativa de protección de datos (tratamiento ilícito de los datos e identificación del uso por menores).
España, a través de la AEPD, anunció el pasado 13 de abril que ha iniciado una investigación a OpenAI por posibles incumplimientos a la normativa, así como solicitó al Comité Europeo de Protección de Datos que se crease una mesa de trabajo en torno a esta cuestión, la cual fue aprobada en sesión del 13 de abril de este año, con la finalidad de generar desde Europa respuestas armonizadas al respecto.
Recomendaciones para un uso confiable de la IA
Como todo en la vida, hay cosas buenas y malas, por tanto, depende del uso que hagamos de las cosas pasarán de ser buenas a malas y al revés.
Lo primero que habría que decir es que, el uso que le debemos dar a la Inteligencia Artificial fuese positivo y enfocado a hacer las cosas mejor, más fáciles, rápidas y prácticas, siempre respetando a los demás y al conjunto de normas que nos rigen.
En otra vertiente, las recomendaciones de uso de cualquier IA serían:
–Nunca proporcionar datos sensibles, bancarios, de salud mientras utilicemos este tipo de herramientas.
–No compartir información confidencial o privada.
–Utilizar estos recursos bajo la perspectiva de la ética.
El buen uso de la tecnología nos hará más eficientes, pero que sea constructiva o destructiva, también depende de quien la utilice.
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